La complejidad de las actividades informáticas está en aumento. Y la tendencia no parece que vaya a detenerse. Además, la correcta gestión de la informática es un punto crucial no solo para las grandes empresas, sino también y especialmente para las pequeñas y medianas empresas.

En una red de pequeño tamaño, la pérdida de datos almacenados en un PC puede representar un daño incalculable. De igual manera, un virus, un ransomware, un servidor demasiado lento o un servicio de correo electrónico no configurado adecuadamente son causas de ineficiencias en las operaciones diarias, con los consiguientes problemas que ello conlleva.